Los usuarios de internet somos mil 76 millones, 203 mil y un poquito más. Casi dos mil millones. Soy una de ellos. Uso el internet desde que una amiga me creo, desde Jamaica, mi primera cuenta de correo en Hotmail. Eran los 90. Desde entonces soy adicta. Navego de seis a ocho horas diarias en busca de información, fotos, videos, y hasta amistades perdidas ahora que las redes sociales nos acercaron a ellas.
Mi incursión en el ciberespacio amplió mi visión del mundo. Como reportera de televisión, me permitió conocer hechos, noticias y más, que solo podía saber a través de la pantalla chica. Compre mi primera computadora. El internet se convirtió en parte de nuestras vidas. Mis hijos por supuesto fueron los más felices. Me superaron de inmediato. Se convirtió en un reto para mi y para ellos ver quien aprendia mas rapido.
En mi oficina el lenguaje se lleno de palabras como web, mail, ciber, Hotmail, yahoo, ya no pedíamos números de teléfono, decíamos “dame tu correo”. El símbolo @ ingreso al lenguaje escrito y se quedo. Los expertos en internet eran muy pocos. Las computadoras eran una sensación que mostrábamos orgullosos. Grandes, pesadas, el MS-DOS, una pantalla verde que te pedia Y or N?. Nos reímos cuando nos acordamos. Aprendimos aprendiendo.
En nuestros hogares era más difícil. El acceso al internet en países de Latinoamérica para esa fecha era de apenas 1,3%. Adquirir el servicio de internet significaba una inversión de más de treinta dólares en un país cuyo per cápita era de 500 dólares aproximadamente.
Los hijos pedían Google para hacer tareas del colegio. Nadie volvió a tocar una enciclopedia de las de mamá. Todo esta en el internet.
Y aunque varias veces borre archivos de Microsoft de la computadora de mi oficina y los virus se desplegaron a sus anchas, y tuve que recurrir a mis hijos para realizar algún trabajo o encontrar información urgente, ahora soy una experta.
La vida sin internet, cómo sería?, es la pregunta que nos hacemos los millones de internautas. Aburridísima. Como herramienta, internet es más que eso. Es el mejor invento del siglo XX. Claro y el celular.
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