A veces no necesito escribir nada. Solo me quedo viendo estas fotos y ya.
La comunicación es vital para toda empresa y organización. Esa es mi especialidad. Hacer comunicación. Los invito a este gran mundo entrelazado, encadenado que es la comunicación.
viernes, 6 de abril de 2012
El agente de transito y la periodista
Rapidamente circulaba por la Rotonda universitaria un sabado caluroso. Venia del canal luego del programa de los sabado Primer Plano Económico. Iba, con camisa de un hombro verde botella, pantalon blanco y regalo en mano al bautizo de Margarita del C., hija de mi querida amiga DCB. El policia estaba atento en el lado izquierdo del carril cuando me hizo la parada. Pense, otro atraso. Tenia una hora y mas de desfase con la hora del bautizo en una conocida iglesia capitalina. Me detuve un tanto molesta porque no hallaba la razon para tal atraso.
"Sus documentos por favor", me dijo, luego de un buenos dias sin animo. Un sol abrasador quemaba la cabeza del oficial, que seguramente preferia estar con una cerveza en la mano y sin camisa, que verificando licencias, placas y demas de una desconocida. Saque rapidamente mi licencia, mi circulacion y mi seguro.
"La voy a multar" me dijo con gran satisfaccion. Mis ojos y mi voz mostraron horror. "Porque", casi grite.
"Bueno, por no andar la placa adelante". Mi placa de adelante, (aqui exigen todavia la placa de adelante, algo arcaico en un pais que se las pica de estar adelante en el mundo de las tecnologías), va en el vidrio del frente, por dentro, porque el bumper no permite placas adelante (mi carro es version americana a pesar de ser aleman). Mi rapidez mental me dio la respuesta: "la ley de tránsito dice que debe estar visible y alli esta" argumente rapidamente.
El oficial estaba dispuesto a llevarse su boleta del dia. "Y el cinturon de seguridad?", pregunto con una sonrisa.
Un dolor en el estomago me golpeo cuando me percate que, efectivamente, el cinturon de seguridad no atravesaba mi torax. Mis pensamientos corrieron a mil por segundo. Mil preguntas se me agolparon en la frente, con la seguridad de que la multa era fija. Como podia haberme olvidado del cinturon, yo que me las doy de nitida. No, no señor, esa multa no era para mi.
"Mire oficial, lo que pasa es que me pare en la venta de maceteras que esta por allá, se acuerda, viniendo para aca, a mano izquierda y alli seguramente se me olvido ponérmelo, son unos cuantos metros oficial, yo soy muy cuidadosa manejando" dije con la mejor cara que pude poner. El oficial me miro incrédulo, dándole vuelta a la licencia y a la circulacion entre sus dedos. Se le iba el porcentaje del dia debe haber pensado.
Y vino la pregunta esperada: "Donde trabaja Ud."?. "Ay oficial", pense, para qué pregunto.
"Soy periodista" conteste emocionada. "A donde trabaja" volvio a preguntar ya casi resignado. "En 100% noticias".
"Ya decia yo que la habia visto en alguna parte". Su cara decia mucho. "Sabe oficial que estamos pasando unos spots de la Policia dando recomendaciones a la gente ahora en la Semana Santa" dije, en el inicio de una charla con el unico objetivo de que al oficial, que ya estaba claro de haber perdido un cliente, perdon, una multada, se le olvidara porque me habia detenido.
Finalmente, con actitud de derrota y confianza, teniamos como diez minutos conversando, mas yo que el, me regreso mis documentos: "Dale pues amor que te vaya bien" me despidió para justificarse, con el piropo, del porque no pudo multarme.
Yo arranque rauda y veloz, pensando en la suerte que tuve gracias a mi querida profesion de periodista y a que al final el oficial estaba tan asoleado que no valia la pena discutir con una mujer maxime si esta era periodista.
Como decia mi abuela, "pleito que no ganas, lo enredas"..
Hasta pronto,
J
"Sus documentos por favor", me dijo, luego de un buenos dias sin animo. Un sol abrasador quemaba la cabeza del oficial, que seguramente preferia estar con una cerveza en la mano y sin camisa, que verificando licencias, placas y demas de una desconocida. Saque rapidamente mi licencia, mi circulacion y mi seguro.
"La voy a multar" me dijo con gran satisfaccion. Mis ojos y mi voz mostraron horror. "Porque", casi grite.
"Bueno, por no andar la placa adelante". Mi placa de adelante, (aqui exigen todavia la placa de adelante, algo arcaico en un pais que se las pica de estar adelante en el mundo de las tecnologías), va en el vidrio del frente, por dentro, porque el bumper no permite placas adelante (mi carro es version americana a pesar de ser aleman). Mi rapidez mental me dio la respuesta: "la ley de tránsito dice que debe estar visible y alli esta" argumente rapidamente.
El oficial estaba dispuesto a llevarse su boleta del dia. "Y el cinturon de seguridad?", pregunto con una sonrisa.
Un dolor en el estomago me golpeo cuando me percate que, efectivamente, el cinturon de seguridad no atravesaba mi torax. Mis pensamientos corrieron a mil por segundo. Mil preguntas se me agolparon en la frente, con la seguridad de que la multa era fija. Como podia haberme olvidado del cinturon, yo que me las doy de nitida. No, no señor, esa multa no era para mi.
"Mire oficial, lo que pasa es que me pare en la venta de maceteras que esta por allá, se acuerda, viniendo para aca, a mano izquierda y alli seguramente se me olvido ponérmelo, son unos cuantos metros oficial, yo soy muy cuidadosa manejando" dije con la mejor cara que pude poner. El oficial me miro incrédulo, dándole vuelta a la licencia y a la circulacion entre sus dedos. Se le iba el porcentaje del dia debe haber pensado.
Y vino la pregunta esperada: "Donde trabaja Ud."?. "Ay oficial", pense, para qué pregunto.
"Soy periodista" conteste emocionada. "A donde trabaja" volvio a preguntar ya casi resignado. "En 100% noticias".
"Ya decia yo que la habia visto en alguna parte". Su cara decia mucho. "Sabe oficial que estamos pasando unos spots de la Policia dando recomendaciones a la gente ahora en la Semana Santa" dije, en el inicio de una charla con el unico objetivo de que al oficial, que ya estaba claro de haber perdido un cliente, perdon, una multada, se le olvidara porque me habia detenido.
Finalmente, con actitud de derrota y confianza, teniamos como diez minutos conversando, mas yo que el, me regreso mis documentos: "Dale pues amor que te vaya bien" me despidió para justificarse, con el piropo, del porque no pudo multarme.
Yo arranque rauda y veloz, pensando en la suerte que tuve gracias a mi querida profesion de periodista y a que al final el oficial estaba tan asoleado que no valia la pena discutir con una mujer maxime si esta era periodista.
Como decia mi abuela, "pleito que no ganas, lo enredas"..
Hasta pronto,
J
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